Para lograr la inclusión en el salón de clase, el maestro debe de estar preparado para saber guiar la educación de los niños que presentan retos especiales en el aprendizaje, ya sea por cuestiones físicas, emocionales o cognitivas.
En ciertos casos los retos de los niños y jóvenes son mayores y requieren de apoyos especializados para lograr desarrollar sus capacidades físicas, intelectuales y sociales; para estas situaciones, cada vez más frecuentes, la intervención de un maestro de apoyo (monitor o sombra) es la respuesta más acertada para lograr la inclusión del estudiante.